domingo, 7 de diciembre de 2014

Solidaridad a la tailandesa

Todos los años, el monzón castiga a gran parte de Tailandia. Las lluvias salpican el paisaje unas horas cada día sin llegar a refrescar el ambiente. En ocasiones, llegan a ser torrenciales y a causar destrozos. El año de mi visita, los ríos se habían desbordado y las indundaciones convirtieron Bangkok y las regiones colindantes en un inmenso mar. El norte del país, con su clima más calmado, no había sufrido el caos del monzón otoñal, por eso, los habitantes de Chiang Mai preparaban un evento solidario en el que pude participar.

Anuncio del evento solidario en Chiang Mai para paliar los daños de las indundaciones
En lo albores del día, cientos de personas se concentraron en las calles del centro de Chiang Mai para recibir a 12.600 monjes budistas que habían anunciado su llegada desde todos los puntos del país. Aguardaban en ambos lados de la calzada, en silencio y de rodillas. En el centro, sobre el asfalto protegido por una gran alfombra, jóvenes soldados esperaban ordenadamente en actitud de oración.

Jóvenes esperando la llegada de los 12.600 monjes en Chiang Mai

Empezó a sonar la música y a aparecer los monjes, vestidos de naranja encendido y marchando descalzos en procesión mientras recogían los donativos de comida que les entregaban las gentes al pasar. Detrás del ejército anaranjado, el de verdad: los soldados tailandeses, que vaciaban la colecta en enormes bolsas transparentes que iban acumulando y preparando para el envío.

Recogida de alimentos para las víctimas del monzón en Chiang Mai

Varias fueron las vueltas de los monjes para permitir que todos los asistentes tuvieran la ocasión de contribuir con su fervor y donación. En ese tiempo se formó una comunión muy especial entre los presentes, que parecían dirigir su energía hacia sus compatriotas desfavorecidos. Al terminar el ritual, grandes cantidades de comida esperaban pacientemente a ser trasladadas, pero el amor y solidaridad para los castigados por las inclemencias del tiempo, sin duda, ya había llegado.

Los 12.600 monjes en Chiang Mai

Fin de la recogida de alimentos solidaria en Chian Mai

Admirable el buen clima de solidaridad y respeto mutuo que se respiraba en Chiang Mai y al que me alegró poder contribuir con mi pequeño granito de arena. ¿Has estado alguna vez en una situación similar? ¡Cuéntanosla!

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