domingo, 14 de abril de 2013

Same, same but different (lo mismo, lo mismo, pero diferente)

Llevo ya unos días en Camboya, uno de los países más pobres que he visitado hasta ahora. Sus gentes, siempre sonrientes, ocultan detrás de la sonrisa, su reciente drama histórico. Hay una generación desaparecida, las personas de mediana edad escasean. Sí se ven niños, muchos niños. Niños muy pobres que atosigan al turista inténtadole vender todo tipo de baratijas, comida y bebida. En especial me impresionan los niños de los famosos templos de Siem Reap. Rodean al visitante mostrando sus mercancías y reclamando su atención con un ñoño canturreo. La gran mayoría son niñas. Niñas muy listas que, cuando detectan la nacionalidad del potencial cliente, cambian rápidamente a su idioma para argumentarle los motivos por los que este ha de comprarle. ¿Hasta dónde llegarían si fueran a la escuela? 

Niños jugando en los templos de Angkor Wat en Siem Reap, Camboya
Aprovechan los ratos sin turistas para jugar. Porque, al fin y al cabo, son niños. Niños como los nuestros. Same, same, but different. Frase muy utilizada por los vendedores de estas tierras.  "Same same" es una coletilla que utilizan para convencer al turista que compre un producto similar cuando no tienen el que les piden. Muestran otro artículo al cliente, y, para convencerlo, ante su desconcierto, añaden: "same same". El turista, responde "but different" y el vendedor sonríe e insiste. Paradójico. Same same, but different.

Ta Prohm, Camboya
Como la niña que tengo delante mientras escribo estas líneas sentada en las ruinas del fascinante templo de Ta Prohm. Tendrá alrededor de 6 años. Está cómodamente en cuclillas, muy concentrada en algo. ¿Qué está haciendo? Me acerco sigilosamente y compruebo que está dibujando en la arena. Totalmente absorta en la tarea.

La niña del templo Ta Prohm
Los turistas pasan por su lado haciendo fotos a las ruinas del escenario de Lara Croft sin percatarse de su presencia. Se la ve feliz dibujando. Imagino que la evade de la realidad que sus harapientas ropas delatan. Por su concentración y perseverancia en el dibujo (no ya tanto por su destreza) me recuerda a otra niña que también dibujaba desde temprana edad y que llevo siempre en el corazón. Sólo que esta niña no podrá recibir clases ni conservar la imagen que está plasmando en la arena. Same same, but different.


Se acerca un grupo de turistas chinos que advierte la existencia de la niña. Emocionados, la rodean y comienzan a hacerle fotografías y regalarle caramelos, diciéndole "piaoliang, piaoliang" (guapa, guapa). La niña aguanta pacientemente el momento pero no parece alegrarse por las atenciones que recibe. Por fin, los chinos la abandonan a sus suerte para seguir con su visita guiada y la niña, ignorando completamente los caramelos, retorna a la faena. Aliviada, comprueba que su obra sigue intacta y la continúa. 

La niña rodeada por los turistas chinos
La niña recibiendo los obsequios y elogios de los turistas por el dibujo

Tímidamente, me acerco a ella. He recordado que tengo algo que puede que le guste más que los dulces. Le entrego un lápiz. Gracias a una turista francesa que pasa por allí, también le damos un papel. Rápidamente, sin mirarme si quiera, la niña se apoya en unas piedras y se pone a dibujar. Muestro interés por su dibujo, pero no parece importarle mi persona ni mis fotografías. Solo quiere dibujar. Yo la observo y escribo. Llega otro grupo de turistas y se coloca entre nosotras. La niña aprovecha la confusión para desaparecer entre las ruinas con su preciado trofeo. Imagino que temerá que se lo pida de vuelta. No sabía que era un regalo.
Mi nueva amiguita dibujando muy concentrada
Ojalá mi pequeño presente la ayude y pueda seguir dibujando. Al igual que ayudé a esa otra niña tan especial para mí. Same same, but different.


Viajar por países mucho más pobres y deprimidos que el nuestro hace que choquemos con una realidad que, aunque sabemos que existe desde nuestra comodidad diaria, no somos plenamente conscientes de ella hasta que la tenemos delante de nuestras narices, y aún entonces, no creo que jamás podamos ser capaces de imaginar lo que sería vivir esa otra vida. Same, same, but different, ¿qué opinas?

1 comentario:

  1. Hola C.! qué casualidad! Llego hasta tu blog desde la web de viajes Paso del Noroeste. Me he apuntado al viaje a Camboya... ya te contaré cuando te vea.

    Un beso. Josan

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