Tengo la
suerte de venir de una tierra rica en el sol del mediterráneo. El cielo
azul y despejado es casi como el pan nuestro de cada día. Y cuando
falta, enseguida nos ponemos nerviosos, inquietos, nos entra una gran
desazón. ¿Injustificada? No, es el sol que echamos de menos. ¿Qué tendrá que lo hace tan especial? Vida, energía, que levanta el ánimo y alegra el espíritu.
El culto al sol es algo muy explotado por los agentes turísticos del sudeste asiático. Se ofrecen excursiones por doquier para ver la salida o la puesta de sol en puntos geográficos de renombre y monumentos. Grandes madrugones y largas esperas acompañadas de masas de turistas peleando por la mejor fotografía. ¿Deberíamos hacer lo mismo con nuestros visitantes en España?
Esta fascinación por el sol está ya muy extendidas, son muchos los adeptos, por lo que escasean la paz y la armonía en la contemplación. Sin embargo, todavía quedan lugares por explotar, como este en que ahora espero la caída del sol, en Luang Prabang, Laos, a orillas del Mekong.
Esta fascinación por el sol está ya muy extendidas, son muchos los adeptos, por lo que escasean la paz y la armonía en la contemplación. Sin embargo, todavía quedan lugares por explotar, como este en que ahora espero la caída del sol, en Luang Prabang, Laos, a orillas del Mekong.
Puesta de sol sobre el Mekong, Luang Prabang, Laos |
A mi lado hay una señora de mediana edad de algún país europeo que ha accedido a compartir el banco con resignación, y que ahora parece aliviada al ver que mi amiga observa y yo escribo en silencio. Juntas podremos compartir el bello ocaso. Una visión de la naturaleza, única y cotidiana a la vez, reflejo del ciclo de la vida.
No va a ser esa nuestra suerte. Acaba
de llegar un comando de fotógrafos chinos dispuestos a entran en
combate.
Despliegan trípodes, objetivos y enormes
máquinas de fotografiar de última generación. No les importa importunar la
visión al resto de espectadores.
Gentilmente, le indico a uno que se siente a mi lado para evitar interrumpir el espectáculo. Triunfante me enseña su mejor fotografía pero nota, por mi poco entusiasmo, que mi deseo es disfrutar el momento. No abandona su empresa pero, al menos, ya no bloquea la vista.
Gentilmente, le indico a uno que se siente a mi lado para evitar interrumpir el espectáculo. Triunfante me enseña su mejor fotografía pero nota, por mi poco entusiasmo, que mi deseo es disfrutar el momento. No abandona su empresa pero, al menos, ya no bloquea la vista.
El atardecer llega a su fin acompañado del ruido de
los "clicks" de las máquinas de fotografiar, disparando, cual proyectiles, en todas las direcciones y ensombreciendo, por momentos, el mágico ocaso.
Menos mal que mañana seguro que, de nuevo, sale el sol.
El aumento del poderío económico de los chinos en los últimos años ha provocado que cada vez sea más frecuente encontrarse con grandes grupos de turistas viajando en masa. Cuando aterrizan en un lugar turístico, rápidamente toman posiciones como un ejército bien organizado, arruinando el disfrute del resto de los turistas, ¿te has encontrado con uno de estos comandos de asalto? ¿crees que pronto será insufrible viajar a ciertos lugares?
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