domingo, 20 de mayo de 2012

Katmandú, hermosa mezcla de colores, olores y caos

Desde mi acomodada condición de occidental urbanita, poco experta en Asia y tras la abrupta entrada al país desde Tibet, Nepal me asustaba al principio, pero no tardó en enamorarme por completo, y estiré mi estancia todo lo que pude.

Típica estampa de Thamel con los rickshaws, barrio turístico de Katmandú
Uno de los muchos templos hindúes de Katmandú

Exploré Katmandú en compañía de los amigos viajeros que traía del Tibet, un francés, una china de Singapur y una australiana (aunque suene a chiste así fue, hasta iba a haber una alemana pero tuvo que abandonar la causa por culpa de alguna bacteria importada ilegalmente del Tibet). A pesar de ser orígenes diferentes, a todos nos atrapó el caótico encanto de Katmandú por igual. Nos dejamos perder por sus callejuelas salpicadas de puestos ambulantes, mini templos dónde las mujeres dejan ofrendas, mezcla de gentes vestidas de forma tradicional con otras modernas (las menos), los niños de uniforme británico de las escuelas, las vacas deambulando a sus anchas, unas cabras esperando a su dueño a la entrada de un establecimiento...un mágico caos que hacía que no supiéramos dónde mirar para no perder detalle. Deslumbrante bofetón de coloridas imágenes y de, todo hay que decirlo, agobiante contaminación.
Thamel, antigua meca de los hippies (quizás sea más exacto decir que fue Freak Street que no queda muy lejos), ha evolucionado a una zona muy comercial, llena de ofertas de todo tipo dirigidas al extranjero. Como leí en la autobiografía de una de las últimas Kumari o niña-diosa de Katmandú, lleno de "letreros escritos en las letras de los extranjeros". También de vendedores ilegales de marihuana que, por alguna razón, de nuestro grupo, sólo se la ofrecían a mi amigo francés que estaba muy enojado por la fama de su nación. A pesar del aspecto de gran bazar para el viajero, sigue siendo el vibrante centro de la capital, escenario de muchos de sus rituales, grandes acontecimientos y vida diaria. Os dejo un extracto de su bullicio:


De repente, la rutina de Thamel se vio interrumpida por un torrente de agua. El monzón aún daba sus últimos coletazos. Peatones, motocicletas y rickshaws se sorteaban mutuamente en un inútil esfuerzo por encontrar refugio. Mi paraguas chino venció bajo la avalancha de lluvia. Mágicamente, me encontré con un repuesto en la mano y un nepalí que me apremiaba en el regateo (increíblemente oportuna visión de negocio muy al estilo nepalí). Las calles se habían tornado ríos. ¿Cómo será la plena temporada del monzón ? Un amable vendedor de alfombras nos brindó cobijo en su tienda a cambio de una sonrisa y pudimos resguardarnos.

Esta señora parece que sabía que venía el monzón
Y llegó el monzón a Katmandú
Las calles indundadas no frenan la frenética actividad de la ciudad

Cuando paró la lluvia, proseguimos la marcha hacia el corazón de Katmandú, la plaza Durbar. Por el camino seguimos encontrándonos con todo tipo de comercios orientados a turistas. Alguno claramente dirigido al público español. Prueba de que yo no era la primera viajera española en llegar precisamente...




Pagamos la entrada (solo para turistas) y accedimos a la plaza. Un conjunto de hermosos templos hindúes con sus artesanados de madera formando imagénes, a menudo eróticas (¿cómo una sociedad de castas y restricción de la mujer es, sin embargo, tan abierta con el sexo?¿o los cerrados somos los de cultura cristiana?), el palacio real y la casa de la niña diosa Kumari. Militares custodiando los monumentos, vacas y turistas paseando por doquier, mendigos buscando cobijo, mujeres rezando, algún santón y gente aparentemente esperando a alguien, o simplemente de paso, completaban la estampa.

Durbar Square, Katmandu.
El cuidado de las figuras de los dioses es muy importante

He mencionado ya en un par de ocasiones a la niña diosa, ahora os lo explico. No se le puede fotografiar y no siempre se la puede ver. El día de nuestra visita, fuimos otorgados la gracia de que apareciera en el balcón. Una niña de unos seis años, muy guapa, delicadamente maquillada y engalanada. Su mirada seria y madura para la edad y con un halo melancólico, me suscitó tanta curiosidad que acabé por leer la autobiografía de una Kumari. Así supe que son candidatas a ser diosa las niñas de determinada edad y condicion étnica y astrológica por nacimiento. Pasan encerradas en su palacio hasta alcanzar la pubertad y solo salen para ejercer su papel de diosa en las festividades. Los fieles les rezan y son transportadas como imágenes en procesión. Prácticamente nunca tocan el suelo, ya que, no caminan por sí solas. En los ultimos tiempos (gracias en parte a la insistencia de la familia de la Kumari de mi libro) ya reciben educación y un dinero para cuando abandonan el cargo. ¿Despiadado, injusto o simple tradición? En la autobiografía, la ex-diosa y actual ingeniera informática, relata sus años de reinado con total convicción de su poder y explica las dificultades de la vuelta al mundo real (desde andar hasta tratar con niños de su edad de igual a igual). La diosa Kumari es el símbolo más estable, que perdura y ha sido reconocido por todo tipo de forma de gobierno en Nepal. Extraño para el occidental, ancestral pero muy vivo, como el país al que representa, Nepal.

Palacio de la Diosa Kumari en Katmandú y balcón por el que suele aparecer

¿Qué opinas de Katmandú? ¿Te fascinó tanto como a mí?
 

7 comentarios:

  1. Muchas gracias por compartir tus experiencias, estoy planeando viajar a Nepal el próximo Noviembre, pero después de leer tus experiencias tengo muchas más ganas de que llegue.
    lo que peor llevo es pensar que me voy de viaje sólo aunque espero conocer gente de otros sitios

    que sigas viajando y disfrutando

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    1. Gracias a ti por leerme!! Nepal te va a encantar, seguro. Si necesitas algún consejo, no dudes en contactarme y te ayudaré en lo que pueda.

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  2. Buenas tardes,

    Lo primero, enhorabuena por el blog. Da gusto leerte, incluso los posts que "no me interesan"

    En mi caso, estoy preparando la ruta del Transmongoliano, unos días en Shangai, Lhasa, Nepal y vuelta.

    Se me plantean infinidad de dudas, por ejemplo el trayecto Shangai - Lhasa - Nepal. Mejor tenerlo todo atado antes por internet o contratarlo / comprar billetes allí?

    El tema del visado chino también me tiene un poco en ascuas. No comentar que quieres ir a ver Tibet? Te dan problemas para la vuelta Nepal - Tibet?

    En fin, cualquier consejo o fuente de información que tengas me vendría de maravilla ya que aún tengo algo verde el planning.

    Te dejo mi mail: jordi.carranza@gmail.com

    Muchas gracias de antemano!

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  3. Edito, Pekín en lugar de Shangai.
    Ya ves cómo tengo la cabeza de tanta sobresaturación de info ;)

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    1. Hola Jordi,

      muchas gracias por el comentario. Me alegro que te guste el blog. Esto me da ánimos para seguir escribiendo que lo tengo un poco abandonado.

      A menos que haya cambiado (que no creo), es necesario que comentes que vas a ir a Tibet porque de hecho necesitarás un permiso especial, si te quedas sólo en Lhasa puedes ir por libre, si pretendes ir más allá, necesariamente habrás de contratar guía. Para China y Tibet deberás tenerlo todo mirado aquí, Nepal, si no ha cambiado, con pagar el visado en la frontera es suficiente. Si tienes que volver a entrar en China, has de tener en cuenta que tu visado te permita salir (a Nepal) y entrar, así como, pasar 2 veces por Tibet si es lo que pretendes hacer aunque no te lo recomendaría, porque de Nepal a Tibet se sube mucho muy rápido y puede no sentarte bien (mejor en sentido contrario). Por lo mismo, si vas a ir en tren, planifica tiempo para aclimatarte a la altura, no conviene que subas los 4.000 metros hasta Lhasa de golpe, los trenes creo van preparados con oxígeno pero en un país super poblado como China, no hay que confiarse. Muy importante también son las fechas elegidas para el viaje, mejor si no coinciden con periodos vacacionales chinos por el mismo motivo: tren abarrotado. Por lo demás, es un viaje fascinante, son tres culturas muy distintas e interesantes y seguro que te encantará.

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  4. Hola,

    Sí, sigue escribiendo que se te da bien y da gusto leerte ;)

    Aclarado el tema de visado a China.

    Entiendo también que se puede contratar sin problemas Lhasa - Kathmandú (+ posible noche cerca del C.B. norte del Everest) en la propia Lhasa.

    Para la ida sí he leído que en el propio tren hay mascarillas de oxígeno. Todo sea asegurar que haya una para mí y que, una vez baje del tren, no me quede tieso por el aire enrarecido.

    Por otro lado, creo que la vuelta a Shangai, a no ser que haya otra combinación, deberé hacerla vía Lhasa así que, poco a poco y espero nuevamente llevarlo bien con el mal de altura.

    Muchas gracias por tu respuesta!

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  5. Y dale con Shangai... Pekín, quería decir.

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